Sabes bien puta zorra, que sería capaz de cualquier cosa con tal de no llevar ni una sola gota de tú sangre por mis venas.  Por eso, en un acto simbólico todos cambiamos el orden de nuestros apellidos. -Hablo en plural, porque este fue el único fragmento de esta miserable historia, en la que todos estuvimos de acuerdo, sin que ningún tipo de cuestionamiento invadiera la decisión que individualmente todos tomamos.

Ninguno lo hizo por conservar tu apellido, ni mucho menos. Fue una declaración de guerra. Te gritamos a la cara, a través de lo poco que ha permitido la justicia en esta historia, que ninguno de tus hijos quería a tú marido.  Al que siempre defendiste y antepusiste por encima de tu propia descendencia.

Al invertir el orden de nuestros apellidos. Castellano, queda en primer lugar, relegando al Pérez al segundo puesto. Ese primer apellido nunca fue elegido pensando en ti. Tú eras igual que tú marido y a día de hoy ocupas el mismo lugar que él.

Ese apellido que todos decidimos llevar en primer lugar, corresponde a la pureza de nuestros genes. Representa la distancia que tuvimos que adoptar para estar simbólicamente lo más lejos posible de ti. Ese apellido jamás podría representarte a ti y a la familia que tú formaste junto a tú esposo y marido. Ese apellido querida puta zorra, pertenece a nuestros ancestros, representa lo más antiguo y lejano. Lo que tú nunca podrías ser, pues tu omnipotente ego te lleva  a querer ser lo primero, lo más cercano, lo más importante, lo único que representa autoridad y linaje.

Te digo en este día de muerte, que yo no descansaré hasta que estés muerta y bajo tierra, por causas naturales. Hasta que sepas antes de morirte, que el mundo entero sabrá quién has sido, y quien eres, y lo que no podrás evitar seguir siendo, hasta el final de tus días en esta tierra.

Tú siempre serás lo que eres hoy y lo que fuiste ayer y antes de ayer.

No descansaré, hasta que sepas que a tu muerte, no habrá nadie que llore sobre tú tumba. Que mientras continúes viviendo, me aseguraré que la descendencia de tus genes conozca su verdadero origen.

Te juro por mi sangre, que no descansaré hasta ese día. Y cuando ese día suceda. Continuaré buscando y señalando a madres como tú. Porque existen seres tan despreciables como tú en cualquier sitio, tú no eres única…

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