Tú cuerpo no te pertenece, la piel que lo envuelve tampoco, si se rompe se romperá tú cuerpo, desde dentro a fuera y desde fuera al interior; las fuerzas terminaran cediendo se fracturara el espíritu, se descubrirán las debilidades de una y otra parte, y las sombras de la muerte anidaran entre ellas, como pájaros carroñeros que sólo se alimentan de putrefacción; así procrean. Con los desechos de otros, ellos viven.

26/04/2016

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *