“por aquel entonces es como si hubiese adivinado que, si quería vivir, tenía que encontrar una escapatoria, pero que esa escapatoria no se lograba huyendo” Franz Kafka

Día grandioso el de mañana, Domingo de Resurrección. Aún sigue sorprendiéndome, pero no extrañándome, la importancia que tú le has concedido siempre a este día, y la que aún le sigues dando, casi se podría afirmar que lo vives con fervor y devoción, pero no por el significado religioso que tiene, no, ni mucho menos, para ti éste día no tiene absolutamente nada que ver con la fe católica, eso a ti nunca te ha interesado. Éste día tan próximo ya, para ti solo es un gusto adquirido por la prolongación en el tiempo, en cuyo transcurso aprendiste a  saborear, olfatear, palpar y contemplar con la explosión de todos tus sentidos el ensordecedor dolor, no sólo físico, sino psicológico y emocional  que puede llegar a soportar una niña que apenas sabe caminar. Un nivel de ensañamiento, torturas y vejaciones que siempre procuraste administrar con una exposición constante y de forma completa, de menor a mayor nivel de capacidad y resistencia. –No es lo mismo someter a una niñas de 3 años, que a una de 4, o de 5 y así sucesivamente; cada año puede aguantar más dolor, más sufrimiento, mas silencio, más complicidad incluso, y esto termina convirtiéndose en algo familiar, algo de lo más natural, que tú misma piensas que ocurre en otras familias, porque a ti tus padres y sobre todo tu madre, te dice con mucha frecuencia cuanto te quieren, y todos los sacrificios que Ella y El hacen porque tu tengas un hogar donde encuentres amor, seguridad y cariño; así van pasando los años, y la familia cada vez se va haciendo más fuerte y poderosa, pero eso tu no lo sabes, porque algo que te han enseñado incluso antes de aprender a hablar, es que la gente de la calle nunca debe saber lo que ocurre en la casa de una familia como la nuestra. La mirada de Ella, ya te advierte que algo malo podría ocurrirte si dices algo.

El dolor que recorre tu cuerpo de día y de noche, nadie lo ve, nadie lo siente; lo que ocurre en las largas noches tampoco nadie lo sabe, nadie lo cuenta, nadie lo escucha; los llantos incesantes provocados por la agonía de tanto dolor físico, tampoco nadie los aprecia. Te has convertido en un ser invisible solo para unos pocos, para tu gran familia sigues existiendo, siegues siendo real.

Existían días especiales como el Domingo de Resurrección, en los que con el tiempo ya sabias que la familia se reuniría por la noche, y más te valía no sollozar ni quejarte; la fiesta del día solo era el preludio de lo que te esperaba.

Hace ya un puñado de años, cuando tú misma te colocaste la etiquetita de madre afligida y maltrecha, no solo por la vida, sino por tu marido también; -O sea, que según esa historia que únicamente tú contaste, como tu propia historia de vida, -¿podrías contestarte ahora a una única pregunta, que vale tanto para el pasado, como para el futuro más inmediato que será mañana? porque sigue sin cambiar nada, en tu familia.

Antes de hacerte la pregunta voy a hacerte una breve exposición, para que te resulte más fácil contestarla.

¿A una mujer maltratada física y psicológicamente, le apetece ir a la peluquería?

¿A esa misma mujer, le apetece comprar maquillaje, sombra de ojos, rímel, barras de labios y perfumenes?

-Continuamos con la misma mujer, ¿le apetecería ir de compras y buscar unos zapatos a juego con un bolso, que va a usar Ella?

-No perdamos de vista a esa mujer maltratada e incomprendida por la sociedad y ya incluso por algunas de sus ancestros ¿le apetecería a esa mujer ir de compras, a buscar varios vestidos para diferentes ocasiones, y que le queden bien, ajustados a su silueta?

-Visualicemos a esa misma mujer en nuestra mente, y no olviden que ella dice que ha sido maltratada durante toda su vida ¿esa mujer se sometería a una dieta de un nutricionista para conseguir tener una mejor figura?

-Sin perder de vista tal ejemplar de mujer ¿acaso una mujer humillada y maltratada desde que se casó con su querido esposo, a los 22 años, se lleva a casa a un nuevo hombre, a riesgo de correr la misma suerte, de maltrato y vejaciones?, -O es quizás, que tiene la misma intención que tuvo con su adorado marido: manipularlo, en este caso para tener con quien salir a comer y disfrutar de la vida , y vete a saber que más… he de suponer que la foto de bodas de su primer matrimonio, no la tendrá frente al cabecero de su cama como la ha tenido siempre, quizás por respeto a su nuevo amante, aunque pensándolo bien, no se si sabe lo que significa el respeto. A mi me dijo: que ese era su marido y que no pensaba quitar la foto a pesar de lo que había echo. Un reflejo puro y duro de una verdadera y autentica mujer maltratada, que no tiene escrúpulos.

-Por favor, no olviden que estamos hablando de una mujer maltratada a lo largo de casi cuatro décadas ¿le apetecería hacer cosas nuevas, como ir a la Casa de la Cultura, y practicar algún tipo de manualidad como pintura, y vayamos un poco más lejos, le apetecería viajar?

Pues bien, mi pregunta es la siguiente: ¿cómo una mujer como es esta de la que estamos hablando hace todo eso, se arregla, se maquilla, sale de fiesta a divertirse, se compra ropa, pierde peso y se lleva su novio a casa?

No se supone que las mujeres maltratadas no son capaces de salir a la calle por sí misma, que necesitan apoyo si no profesional al menos de sus seres más cercanos. No se suponen que son personas anuladas, alienadas, sin personalidad, sin saber qué lugar ocupan en la sociedad, que ellas mismas se infravaloran y se menosprecian; precisamente por todo lo que han vivido durante tantos años al lado de un verdadero maltratador.

Entonces cómo te atreves tu, a humillar a esas mujeres, como te atreves tú a hablar en nombre de ellas, como te atreves tu a arreglarte para ese día tan especial que el es Domingo de Resurrección. ¿Qué celebras? Me lo puedes decir, porque es un ritual que siempre has llevado a cabo, que para nada es nuevo. Por aquel entonces, en plena época de maltrato hacia tu persona, según afirmas tú, ya encargabas que te hicieran tu propia ropa a medida, especialmente para éste siniestro día …

Eso celebrabas tú el día del Domingo de Resurrección, lo mucho que ibas a disfrutar en cuanto todos estuviéramos de regreso en casa, especialmente tu primogénita y eso conmemoras cada Domingo de Ramos que existe en tu vida. Para eso eres una mujer maltratada, que por supuesto tienes todo el derecho del mundo a dejar de serlo. ¿Pero alguna vez lo fuiste? ¿O has sido siempre tú la maltratadora pedófila, que ya vendía invitaciones en la mañana del Domingo de Resurrección?

Espero que disfrutes del Domingo de Resurrección, ahora que el pueblo te conoce un poco mejor.

Una imagen vale más que ninguna palabra, aquí se puede apreciar la
mirada de unos niños felices.
No lo digo yo, sus ojos de alegría les delatan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *