Creo que antes de comenzar esta nueva etapa, en lo que a publicaciones se refiere, te voy a ofrecer un pequeño resumen de los dos últimos años de mi vida. Aunque desde el año 2014 no has tenido ningún contacto contigo, me consta que sabes que estoy viva, lo que por supuesto desconoces, es el estado en el que se desarrolla mi existencia y quizás eso te carcoma. Por ese y otros motivos,  he decidido hacerte un brevísimo resumen de todo lo que ha ocurrido en mi vida durante este espacio de tiempo en el que no he escrito nada.

El orden cronológico me lo voy a saltar, porque yo pertenezco más al caos y al desorden. – Así que, ubica tú los acontecimientos que te voy a narrar, a tu antojo y ponlos donde más te gusten.

Lo que sí me gustaría a mí saber es a que vienen esas llamadas telefónicas tuyas, que nos haces tanto a mí como a mi hermana con una duración de tres segundos. -¿Tanto miedo te damos? – ¿O pretendes mandarnos señales de humo?  Por mi parte cuando tengas la necesidad de mirar mi número de teléfono en la pantalla de tu móvil y pulsar la tecla de color verde, puedes hacer tranquilamente una llamada normal,  si no tengo memorizado el número en mí teléfono, yo no descuelgo nunca, y tú número no existe en mi agenda. Puedes llamar con total tranquilidad y superar ese miedo, nunca vas a encontrar ninguna respuesta. – Con respecto a mi hermana ya no te puedo decir lo mismo, ya sabes que ella es como un potro salvaje, nunca pudiste doblegarla. –Somos muy diferentes, yo en cambio tengo un carácter más noble. Si tú, o tú novio la llamáis a ella durante más de tres segundos igual te lo coge, con ella tienes que hacer las cosas de forma diferente, más que nada porque no somos la misma persona. Advertida quedas. 

Por cierto, mi hermana se encuentra muy bien y completamente recuperada de la intervención a la que se sometió en el pasado mes de febrero. No sabemos cómo te habrás enterado pero sabemos que lo sabes, por la llamada telefónica de tres segundos. Igual que nosotras sabemos por tu foto de perfil que tienes cinco nietos. Espero que compensen tus pérdidas familaires.

Respecto al contrato de arrendamiento que se os ha reclamado vía burofax y del que aún no habéis dicho ni mu, solo decirte que si no nos hemos muerto al terminar la semana santa vais a recibir otro requerimiento. Tenemos curiosidad en saber cómo lo habéis hecho para falsificar nuestras firmas, y solo queremos que nos lo expliquéis.  

Pues me contagie de Covid-19 en el trabajo, antes de que existieran las vacunas, cuarenta días estuve en aislamiento y con todos los síntomas al libitum.  Por si fuera poco al incorporarme al trabajo en principio no nos iban a vacunar, pero como aquello fue un descontrol, al final tomaron la maravillosa decisión de vacunar a todas las personas,  aunque hubieran pasado la enfermedad hacía tan solo un mes. Si al estado en que me dejó el virus,  le añades tres vacunas en menos de un año, pues te haces una idea. La cuarta ya como comprenderás me negué a ponérmela y si hubiera podido no me pongo ninguna.

He tardado casi dos años en recuperarme de las secuelas que me ha dejado esa infección. Ya puedo caminar sin asfixiarme, camino diariamente durante una hora y media, he retomado la natación, también hago Pilates y desde hace un mes practico otra disciplina deportiva de la que no te voy a hablar por el momento, si consigo avanzar y dominarla ya te mandaré alguna foto, contigo siempre viene bien tener algún secretillo.

Durante los meses de enero y febrero me voy a reforestar sembrando con arbustos autóctonos y  encinas la Sierra de Lújar, lo hago de la mano de Los Siembrabosques,  que usan técnicas pioneras en este campo y que aún confían en poder hacer algo por nuestra tierra.  Con ellos he aprendido como tratar una semilla para que pueda germinar en zonas áridas y sobre todo he conocido gente especial, como los Joaquines. Todos buenas personas,  trabajando con ellos por un objetivo en común, me di cuenta de que la presión que venía sintiendo en el pecho desde hacía meses, así como el dolor que me oprimía literalmente el corazón, se esfumaba entre el olor a tierra recién escavada, mezclada con la fragancia que se desprendía de las ramas de romero, aplastadas al pasar sobre ellas  y ese dolor desaparecía,  dejando como remanente el escozor de la piel arañada por las ulagas.

Y como bien puedes observar, también la escritura ha vuelto a mi vida y con ella la lectura.

Estoy leyendo Animal, de Leticia Sierra, se supone que es una lectura intensa sobre los infiernos de la condición humana. Me lo recomendaron hace ya tiempo, aunque dudo yo que pueda sorprenderme nada de lo que haya en su interior. Peor condición humana que la tuya es difícil de encontrar, pero le voy a dar una oportunidad al libro, claro está. Cómo lectura rápida, lo alterno con otra más profunda como Así Hablaba Zaratustra de Friedrich Nietzche, que justifica la figura del profeta porque según él, fue el primero en advertir que la auténtica rueda que hace que las cosa se muevan es la lucha entre el bien y el mal. El Castillo, de Franz Kafka te muestra como la burocracia no ha cambiado nada en absoluto, si cabe decir algo, es que es aún más retorcida de cómo la transcribió Kafka y por ultimo siempre tengo a mano los Cuentos de Allan Poe y El Arte de la Guerra de Sun Tzu, del que no tengo que hacer ningún comentario, pues su titulo habla por sí mismo.  Por el momento, solo me falta retomar la pintura de acuarelas y terminar contigo ante el pueblo.  

Te deseo una feliz pascua de resurrección. Zorra.

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