Qué parte del ser humano es auténticamente propia, única, exclusiva de sí mismo; y qué otras partes del mismo ser, provienen de condicionamientos sociales e influencias de un entorno, experimentado y vivido, por tanto como real. Podrían llegar a unirse en determinadas circunstancias, ambas partes, para después volver a separarse; perdería de esta forma, la parte única, su cualidad de autenticidad si llegaran a rozarse siquiera, quedaría contaminada, marcada, de alguna manera como más débil, de aspecto inferior a su homóloga.
Cómo puede sobrevivir la parte más débil en una sociedad contaminada, donde unos poco han establecido sus propias normas, induciendo a los demás a aceptarlas como lo verdadero, lo correcto, lo ideal para todos, principalmente para ellos mismos. Estableciendo de éste modo, un perímetro de seguridad, en los múltiples aspectos de la vida de cualquier persona, que sentirá en cada instante de su vida, la necesidad de plantearse, sí está actuando correctamente. El sólo hecho de cuestionarse sus actos, anula la naturaleza de su propio ser.
De este modo ellos se aseguran que el poder del control les pertenece. Sólo si expresas hipotéticamente tus planteamientos, pueden creerse que han llegado a acceder a ti, incluso estar dentro de ti, lo que desconocen, es que nunca podrán, ni siquiera acercarse a esa vorágine de pensamientos y sentimientos tuyos, que son propios, auténticos y únicos, y que permanecen sometidos por decisión propia, a un estado de letargo, para su salvaguarda. Por tanto lo que ellos creen ver, no es real, no existe, sólo existe para ellos y para ti en su propio mundo artificial, irreal e inexistente para cualquier otro ser.