Estoy segura que puede llegar a encontrarse entre algunos de mis lectores cierto interés por conocer cuál fue el detonante que provocó que mis recuerdos empezaran a removerse en el profundo interior del subconsciente,  quizás otros simplemente esperen encontrar, satisfacción al morbo que pueda causarles una simple lectura, de una historia como ésta.

Partiendo de que éste capítulo forma parte de la lógica formal, podemos deducir y afirmar que  2+2= 5 con su consecuente inferencia.  Partiendo de éste razonamiento, -¡Por mí os podéis tomar  una tapilla mientras lo leéis, siempre será más ameno!

Como si se tratase de una breve obra teatral, estos serán los personajes que van a actuar.

Título de la obra: ¡Y A MI QUE ME IMPORTA LO QUE DIGAS!

Personajes

Mi madre: LA ZORRA

Rosa Castellano Pérez: MI HERMANA MENOR, 6 AÑOS MENOR.

Dos individuos  anónimos: DOS NÚMEROS CON NIVEL DE GRADO DOS Y TRES EN CONSANGUINIDAD DIRECTA.  Lo único a destacar sobre éstos personajes, es que fueron reales en su momento, estaban presentes en la historia que se va a narrar, pero nada más, ya que en su caso no tienen ningún otro interés para el desarrollo de la misma, son sencilla y llanamente dos ceros posicionados por decisión propia en el lado izquierdo.  La posición en ese lugar del eje muestra distanciamiento hacia los demás por apego directo a la madre. Son personas que se fabrican la realidad de lo que desean ser, aunque no coincida con su realidad.

Yo: CORVUS CORAX

ARGUMENTO

Mi hermana es una mujer atraída por la ciencia de la biología, en cambio a mí me atrae más lo concerniente a la humanidad, observada desde mi reducto interior, un lugar desde el que poder adoptar posturas, más o menos adecuadas, aunque no siempre correctas.

Tenía mi hermana unos 20 años, cuando comenzó su periplo, empezó a visitar especialistas médicos de todo tipo. Neurólogos, Endocrinos, Oftalmólogos, Traumatólogos, Otorrinolaringólogos, Logopedas,  Técnicas de Acupuntura… seguro que se me olvida alguno, porque fue un auténtico calvario. Evidentemente el diagnostico de todos estos profesionales ante sus dolencias, fue NEGATIVO. Y como ya he dicho, es una persona de ciencia, se inclinó como último recurso por un PSICÓLOGO CLÍNICO. –¡Menos mal que no fue a un sabio!

Porque fue en ese lugar donde encontró respuestas a sus dolores.

PRIMERA ESCENA

Estaba mi hermana estudiando segundo de su carrera de biología. Ella muy contenta con sus estudios, pero atormentada de dolores. Ya había iniciado su terapia psicológica.

 

Rosa (con la cara desencajada)

¿Puedo hablar contigo? -Quiero decirte algo.

CORVUS CORAX

Pues claro. Tú dirás, venga te escucho.

Rosa

En la terapia he descubierto que he sufrido abusos sexuales por parte de nuestro padre en la infancia.

Corvus Corax

¡Eso no puede ser! (el cuervo da esa respuesta, no porque no crea a su hermana, sino por lo que significa que eso sea verdad).

Corvus Corax (acto seguido)

Si tu lo dices yo te creo firmemente.

SEGUNDA ESCENA

Rosa continúa con su formación a pesar del descubrimiento, se niega a compartirlo con nadie más, siente asco de sí misma, piensa que los demás la repudiarÁn si conocen sus verdaderos orígenes. Y así decide emprender su camino, marcado de secretismos, sin contar más que un simple final de una historia, a través de una corta frase.

Por aquel tiempo Rosa trabajaba en los restaurantes como camarera, para pagarse los estudios, vivíamos en Granada en un piso de alquiler con otras compañeras y los fines de semana íbamos a nuestro adorado y querido pueblo de Zagra.

En estas idas y venidas al pueblo, los labios de mi hermana seguían manteniendo su silencio. Por respeto a ella, yo también lo hice hasta que un buen día mi indignación ya no pudo más, y yo que a veces no controlo mis impulsos, provoqué que  se hablara de ese tema en la unidad familiar. Yo, consideré que era necesario que el resto de la familia estuviera informada de algo de vital importancia para mi hermana Rosa.

Era un domingo por la mañana, Rosa había salido la noche anterior con los amigos del pueblo, y aún dormía en el dormitorio de la planta baja

La Zorra entra bruscamente en el dormitorio en el que está mi hermana

LA ZORRA (con la voz alzada)

¡Ya está bien, estas son horas de dormir!

Rosa (no dormía estaba llorando)

Suspiraba, por el llanto

LA ZORRA

¿Qué te pasa, porque lloras, estás mala?

Rosa

Continúa llorando y suspirando. No puede hablar.

LA ZORRA

¡No estarás preña, no! (Rosa tenía novio)

CORVUS CORAX (dirigiéndose a la zorra)

¿Esto qué es, qué forma de hablar es esa?

CORVUS CORAX

Rosa.  Explícale ahora mismo a la zorra que es lo que te pasa, y porque lloras. Si no lo haces lo haré yo.

Rosa

Zorra, es que mi padre me violó cuando era una niña

LA ZORRA (mirando a la cara al Corvus le dice)

¡Si eso pensaba yo, que te había pasado a ti!

CORVUS CORAX

¿A mí? ¿Y si eso me pasó a mí según tú estás diciendo?.- ¿Qué has hecho tú por mi?

TERCERA ESCENA

Tocan en la puerta. Viene visita a la casa, algo que no es muy común en nuestra familia.

Así termina el día, nadie dijo nada más, nadie se planteo nada más, nadie abrazó a mi hermana, nadie hizo nada.

A partir de ese día, la frase que la zorra misma me dijo: “yo pensaba que eso te había pasado a ti” empezó a torturarme, y no solo eso. Veía todos los días, como mi hermana Rosa casi no podía ni existir. Y nunca nadie de mi familia fue a verla, a hablar con ella, a escucharla a intentar comprenderla, a mirarla a los ojos.

Yo seguí pidiendo explicaciones a los miembros de mi familia, afirmando que era imposible que durante 8 años Rosa sufriera abusos sexuales por parte de nuestro padre y nuestra ZORRA, no de diera cuenta de nada. Continúe con ese tipo de preguntas, y los dos individuos de esta historia comenzaron a mirarme mal, a manifestar que cómo podía yo pensar eso.

CIERRA EL TELÓN

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *