Puesto que vives dentro de mí, me puedo dar el gran lujo de iniciar y mantener extensos soliloquios, laberínticos monólogos, que en escasas ocasiones se transforman en diálogos.  ¿Será por eso que te quejas de vivir en mi casa amordazado? -O será que no te oigo, quizás no pueda escucharte por alguna extraña razón, mis sentidos a veces se alteran, y tú lo sabes. -Yo sé que lo sabes.

Saber, saber, saber, sólo quieres saber, ¡Qué ansia! – Yo me pregunto. ¿No te volverá loco el saber?. Quizás sea que te estoy protegiendo de esa locura mordaz, alguien tiene que controlarla, -¿Seré yo la más indicada para llevar a cabo esa empresa? –Ambos sabemos que no. Pero tú sabes que el poder nos corrompe.  -¿O nos transforma?, – ¿Conocer al otro puede transformarnos, puede llegar a cambiar nuestra forma de ver las cosas? – O son las cosas que vemos  las que nos transforman, y por tanto todo cambia de nuevo. El caos vuelve a reestructurarse para encontrar su lugar, como un río desbordado, que retorna a su cauce natural.

Supongo que sabes cuánto me gusta observar a los demás, es impresionante las emociones que te pueden transmitir, sin siquiera saberlo, sin percibir que están siendo observados. –Claro que tú nunca me das un gusto, tu absorbes las palabras, las guardas muy, muy dentro, y te las quedas para siempre como si no hubieran sido pronunciadas, sin rastro de ningún tipo de emoción, de un pequeño gesto. ¡Qué bueno eres en eso!, pero como me disgusta esa actitud tuya, conmigo que me hace sentir manipulada.  Supongo que sabes todas esas cosas, nuestros monólogos son últimamente sobre esos temas. ¡Claro que sólo hablo yo! -Así que tendremos que buscar un equilibrio, si tú quieres saber, yo también quiero saber.

Y deja de buscar acueductos. Ahora si yo muero tú mueres. Así que busca la forma de que solo deje de existir una parte.

Deja también de lanzarme hechizos de esos malignos, en los que el cuerpo se me retorcerá. –A veces casi me alcanzan, me rozan y algo empieza a transformarse, como demonios harás esas cosas, me lo contaras algún día

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